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domingo, 1 de enero de 2017

NAVIDAD NAVIDAAAAAAAAAAAAAAAAD




Estamos en plenas navidades ¡!!!! Yujuuu hay vacaciones, aunque a veces el día en que finalizan las clases de los niños es el día que mas antidepresivos venden las farmacias, seguro, porque hay niños y “monstruos cuellicortos”, esto es insoportables niños y niñas que consideran que hablar a gritos alcanzando insuperables decibelios, audibles desde Plutón, es necesario para que alguien se de cuenta de que han llegado o quieren comer o se aburren, y que son seguro descendientes de los “pollos”, porque no hay día que no monten uno, y hacen que muchos padres bendigan en silencio el día que empieza el colegio. …si, a veces hay que pensar que Herodes era un gran incomprendido …..los monstruos cuellicortos nos obligan a esa reflexión…..

Empieza la fiebre de compradores compulsivos, el primer paso de la neurosis surge con el tema alimentos y supermercados, seguido de la juguetería varia . Parece que en navidad hay más necesidad de todo; comprar langostinos y luego comentar con el resto de la cola de la pescadería cuánto te has ahorrado porque eres la más inteligente del mundo mundial, y tienes todo congelado …desde el veranoooooooo (sabe Dios cómo estará el langostino Pescanova argentino….con la bufanda esa de adorno incrustada en las amígdalas, porque desde el verano congelado …..), o que tienes los Reyes reservados en internet desde hace dos meses porque eres vidente, y sabes de antemano el catálogo que va a sacar El Corte Inglés y Toys’r us, y tu admiras a esos padres -oráculo, porque eres como el resto de padres, que esperan a que salgan los inefables anuncios o el catálogo para saber por dónde van a tirar sus hijos en este año….no vaya a ser que la mochila de Dora exploradora ya no le mole, y tengas que usarla tu para ir al gym después de la “Operación polvorón”, con el cachondeito de medio vestuario diciendo por lo bajini “ay que pringada se ha comido el regalo…..por no saber de Amazon, pringadaaaaaaaaaaaa jajajja menuda mochila de adulta que lleva”. Si hija mía, son las mismas que se pasan el año entero diciéndote lo lerda que eres por no hacer la compra “on line” del queso y el jamón York, o que eres un dinosaurio porque te vas a probarte los zapatos a Zara, en vez de pedirlos por internet y luego devolverlos tres veces porque justo en esa horma, cachis, no es la misma talla de siempre, así que va y viene la caja, del almacén a tu oficina o casa, de ahí al almacén y ahora ya no hay de tu número y bla bla bla …vamos una cosa rápida te quitas trabajo y tiempo de encima ¡!!!.

Luego viene el modelinchi …claro tienes un familiar o allegado, que recuerda que ese vestido lo llevaste ya en la ocasión tal hace unos años con la consabida dosis de cicuta entre polvorón y pasta marquesa acompañado de la frase “ qué barbaridad cómo cuidas la ropa, tantos años y te lo sigues poniendo ¡!!! Hija cómo te envidio ¡!!!”…… si, “enga” puedes llamárselo ….”SO BRUJAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA”.

Yo recuerdo las navidades en casa de mis padres cuando era pequeña….Sabíamos que estábamos en Navidad porque mi abuela nos llevaba siempre al cine a ver “Marcelino Pan y Vino”. El día de Nochebuena tocaba con mi familia paterna y hacíamos las cinco niñas un show incluyendo imitaciones de ABBA, obra de teatro de tres minutos, con cinco cambios de vestuario, y villancico final (sí siempre me ha ido esto de las candilejas jajajjajaj). Mi abuela (a la que nunca podíamos llamar abuela, de hecho llegó a llenar en el DNI, la parte reservada a la fecha de nacimiento , con esmalte de uñas rojo de manera que su edad, a pesar de haber muerto hace años, sigue siendo un misterio como el de los OVNIS). La pobre, que debía de haberse quedado tocada con el tema de la guerra civil, después nos daba el aguinaldo. Íbamos cada una con la hucha con nuestro nombre, y ella sacaba un monedero rojo con mas fondo que el bolso de Mary Poppins. Empezaba a sacar monedas que no veíamos pero eso sí, oíamos cómo entraban dentro de las huchas. El día que decidí abrir mi hucha para comprarme algo, pensando en el pastizal que debía tener ….descubrimos todas que había …CÉNTIMOS ¡!!!ni siquiera eran de curso legal ¡!!!! Muchos céntimos que debería tener guardados y nos los endosaba ¡!!!! Menuda cara de tonta se me quedó ¡!!! Jajjajajaja.

Mi familia materna era como estar en Sicilia en los años treinta. Con ellos tocaba la Navidad, según venían todos a casa parecía que ese año los cinco hermanos y abuelos se iban a comportar……peeeero cuando llegaba el turno del capón relleno…oye no se qué tenían las ciruelas y las pasas del relleno, que era como si se invocara a los infiernos ….empezaban las puñaladas verbales…y acababan trayendo a colación hasta cuando una le rompió a la otra una muñeca y el coche de capota ¡!!!. Por Dios qué capacidad de memoria de lista negra, y qué ganas de pelear….era increíble…nosotras mirábamos como si viéramos una peli y ya nos descojonábamos de la vena hinchada de una, las lágrimas de la otra, hasta hacíamos apuestas de quien iba a ser la más dramática de todas!!!. El caso es que cuando llegaban los turrones y las frutas escarchadas de pronto se amaban y se besaban todos….vamos que después de sobrevivir a eso entiendo lo de WACO y las abducciones extraterrestres….Anyway…..

Desde que soy madre vivo las navidades de otra manera…..veo la ilusión en los ojos de mi hija, veo lo importante que son las tradiciones, y lo bonito que es enseñarla que a pesar de todo eso, las cosas anecdóticas, las vacaciones, las compras….. lo importante es que nace Jesús, en el corazón de cada uno de nosotros. Es el comienzo real del año, porque un niño viene a darnos amor y paz ¿no es precioso y una suerte?. Me gusta ver “Marcelino Pan y Vino” con ella, mientras lloro como una loca y ella me mira con cara de “mamáaaaaaaaa” pero sí, qué queréis que os diga, me sigo emocionando cada año que la veo!!!!. Me gusta poner al niño Jesús en el Belén el 25, me gustan las luces de mi árbol, aunque sean del chino de en frente que no aguantan luciendo ni una semana, mis Reyes Magos con algún camello cojo repegado, después de haber salido despedido al suelo un par de veces por año, y mirar por la ventana y pensar cómo debió ser la estrella que guió a los Magos….y buscar mi propia estrella…...que me guíe y me recuerde cada día quién soy…….y me gusta seguir diciendo …….Feliz Navidad ¡!!.