No os ha pasado que, a lo largo de vuestra vida os habéis planteado en alguna ocasión, al oír a alguien cantar, bailar, o cuando entrevistan a una persona que ha conseguido un hito o alguna cosa excepcional, un deportista, un hombre de negocios, os ponéis a pensar en esa persona, en el don que tiene para hacer eso que ha hecho, y os decís “joder que envidia, yo nunca he hecho algo así en mi vida, la verdad es que tiene algo especial, yo nunca conseguiría una cosa así, porque en realidad no podría, yo no tengo ese don” y os planteáis ….yo tengo algún don?. Y la respuesta siempre es negativa, después de pasaros un rato dándole vueltas a vuestros hitos, a vuestros logros, y daros cuenta de que tenéis una vida normal, normalísima, casi gris, y que no vais a destacar ni pasar a la historia como un miembro de la lista “Forbes”, ni pertenecéis al “Gotha” europeo, una nominación al “Oscar” o una concesión del “Nobel” no se encuentra en vuestro futuro inmediato….es más ni siquiera habéis conseguido ganar la “Marathón” de vuestra ciudad, ni os dieron el primer trofeo de natación en la piscina cuando estabais en “parvulitos”, ni sois el máximo directivo de vuestra empresa, ni tenéis en perspectiva montar una empresa de éxito cosiendo sujetadores y que con los años se convierta en el “Zara” de la Quinta Avenida neoyorquina…..”ná de ná”, “cagao culo”.
Entonces decís “joder qué triste, yo no tengo ningún don, canto como si se hubiera atragantado un canario, dibujo una hormiga y parece un delirium tremens de un tío de las barranquillas, cuando cocino sale corriendo hasta el perro de la vecina, intento ser bueno en algún deporte y lo mejor que me pasa es un esguince de tobillo, en mi empresa no voy a subir en la vida como no sea de planta por un traslado, y bailando parezco una poliomielítica con sobredosis de azúcar….”.
Pues no es cierto, claro que tienes no sólo un don, sino a veces mas de uno. El problema es que estás buscando un don para “tener”, para “sobresalir”, y si el don no implica que eres reconocida públicamente, o tienes una cuenta corriente con más ceros que una fiesta de círculos, tienes una carrera profesional exponencial, o consigues todo lo que quieres en la vida, lo que se considera un “triunfador o triunfadora”, no lo consideras un don. Y ese es el error.
Todos tenemos dones, TODOS. Pero dones de los de verdad, de los que aportan a ti y a los demás. Hay personas que consiguen calmar a quien lo necesita, bien sea a tu hija cuando la cantas una canción y se duerme, o cuando ante un ataque de emocionalidad de alguien consigues con tu actitud o diciendo las palabras justas que se calme , o que deje de ver las cosas desde un punto de vista terrible y amenazador. Hay otras que cuentan unos chistes que sólo con empezar a hablar ya estás llorando porque te partes, no puedes parar de reír, otras que cocinan como los ángeles y convierten una comida ordinaria y normal de un día cualquiera, en un momento de amor y lujo que te hace durante unos minutos soñar (sí digo amor porque hay quien cocina con amor y eso se nota), o sabes desmontar y montar algo que los demás no harían ni estudiando una ingeniería, o sabes tratar a los animales, o a los niños….
Hay otras que simplemente están contigo y te trasmiten paz, con la mirada, con una caricia o simplemente con su compañía. Hay otras que consiguen solucionar un marrón laboral a base de esfuerzo y confianza en sí mismas como si casi ni les costara, otras que te dicen lo que necesitas oír en el momento justo, otras que escriben algo que te llega en el día indicado, cuando no sabes si hay alguien en este planeta que pueda llegar a entenderte, otras que te ayudan sin tener porqué y te dan justo lo que necesitabas desde un teléfono para encontrar un pintor, hasta un contacto para un médico que te ayude con una rehabilitación.....
Todos en este mundo somos excepcionales, y lo somos porque tenemos grandes dones. No confundamos nunca el alcance de los resultados con la calidad de los mismos. Admiremos los dones de los demás y reconozcamos los nuestros, sin hacer eso que nos han enseñado a hacer, y que es decirnos y creernos eso de “no seas creído, hay que ser humilde, no fardes, no presumas nunca te creas que eres….” . Pues sí son grandes dones entonces, porqué tienes que esconderlos? o menospreciarlos? o no estar satisfecho de ellos?...así llegará un momento en que de verdad te creas que no los tienes.
No me refiero a dones físicos, la genética o la suerte de tener un cuerpo o una cara no es meritorio tuyo, igual que tampoco lo es nacer dónde has nacido en el seno de una familia u otra…además las modas cambian también en eso no hay más que ver las mujeres que se llevaban en los 50 y ahora hay que pesar 200 gramos o eres una foca…..
Michael Jackson era un genio con un don, igual que Mozart o Freddie Mercury…..pero también lo tenía la Madre Teresa y no era cuantificable en el banco ni en portadas de la revista “Life”, y también lo eres tu…..un genio con un don o varios, y sinó piensa en qué hubiera sido de toooodas las personas que hasta ahora han pasado por tu vida como planteaba la maravillosa peli “Qué bello es vivir”. Ojalá todos tuviéramos la oportunidad que el tiene en la película y es ver qué hubiera pasado en la vida de todas las personas que han tenido relación con el, si el no hubiera existido…..sería maravilloso el regalo de ser conscientes, de la cantidad de veces que con nuestros dones, a los que menospreciamos y no valoramos ni reconocemos en nosotros, han hecho feliz o cambiado a mejor la vida o la decisión de alguien. Esos momentos o situaciones que hemos dado a una persona a veces conocida y a veces no tanto, sin que en ocasiones nos hayamos dado ni cuenta.
Estoy segura de que si alguna vez nos encontramos con alguien de nuestro pasado ,y nos dijera “joder me acuerdo aquella vez que por ti conseguí o me hiciste sentir, o me ayudaste en, o te admiré por…”…Nos quedaríamos estupefactos y sorprendidos, nos saldría un “Yooooo??????”, porque nunca reconocemos en nosotros eso que nos hace tan excepcionales: nuestros dones. Estamos preparados para reconocer lo malo, las sombras lo que no hacemos bien lo que no nos gusta de nosotros….pero nos olvidamos de lo maravilloso, de lo único, de nuestras capacidades, de nuestra luz….parece que es pecado verla y que te van a reñir o castigar si la ves y lo dices……Alaaaaaa piensa que hace algo bien, es lo peooooor ……!!!!!!
Dones, miles de dones, creerlo, sois increíbles y los tenéis, así que pensar en eso que hacéis bien, no sólo a nivel laboral o lo que hace que vuestro coche sea mejor que el del vecino, somos grandes héroes que cada día consiguen cosas pequeñas y grandes, influimos cada día en muchas personas, aportamos y damos y tenemos que pensar, sin miedo a ser considerados personas con falta de humildad, en eso que tenemos dentro y que nos da vergüenza sacar…..los dones hay que compartirlos sinó no sirven, es como ganar dinero y tirarlo por la ventanilla del coche en marcha…..
A lo mejor yo tengo un don para escribir………