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martes, 21 de julio de 2015

BOTONES


El género femenino tenemos un defecto enoooooorme. Consiste en tratar a los hombres como si se tratara de infantes amaestrados que reciben una galletita cuando se portan bien. Dentro de cada mujer, late una “madrecita”, es así, aunque existe una predisposición genética, también está el carácter y la forma de ser de la mujer en cuestión y la necesidad o lo que quiera en ese momento agradar o ayudar, y se encuentra en una especie de botón que no se sabe muy bien dónde está ubicada, pero que se activa con determinados comportamientos o situaciones. Para cada mujer, ese botón es diferente, y también el grado de respuesta y la duración…no hay normas….no hay pautas……es imprevisibilidad pura y dura.

Hay algunas mujeres para las que ese botón de “madrecita” se activa buscando la comodidad de los demás, insisten en cómo debes sentarte o cuánta cantidad de comida debes servirte. No lo toméis a mal, es preocupación por cariño puro y duro. Quiere que tengáis lo mejor o lo que ellas consideran lo mejor, que como nos pasa a todos es nuestra opinión y la que es óptima, aunque no siempre lo es para el de enfrente….y tampoco os lo toméis a mal porque eso lo hacen con un hombre o una mujer…aunque sí que es verdad que con los hombres…el botón no paraaaaaaaaaaaa.

Yo reconozco que mas que decidir lo que comes o cuándo, lo hago con respecto a dar opiniones o consejos….a veces me debería meter la “lengua en el culo” y dejar de ser “la charlas” o “la sermones”, según quieras denominarlo, con fervor religioso o pagano. Creo que así ayudo y lo único que consigo es a veces ser una “tocacojones” en toda regla….porqué de mi comportamiento?. Pues no se, a veces pienso que es la vena masculina que recorre mis entrañas la que me hace tener ese comportamiento tan masculino que consiste en buscar soluciones sin parar. Por otro lado, imagino que soy un cúmulo de positividad andante, (aunque a veces me hunda en un pozo inmundo y profundísimo del que no me saca ni todo el parque de bomberos de Madrid, que soy una gran imperfecta y cuando caigo lo hago pero bien), y creo firmemente en eso de que las cosas pasan por algo, para dar paso a otra cosa mejor, y que muchas veces las desgracias son oportunidades pero que nos empeñamos en no ver porque estamos demasiado heridos, ensimismados, cabreados con el mundo o simplemente necesitamos que nos den un abrazo o nos dejen solos, según el caso.

La frase de “cuando la vida te da calabazas hazte una crema con ellas” es una gran pauta para conseguir levantarte cuando sólo tienes ganas de pegar a alguien o acabar con la vajilla…..y a veces la saco a pasear junto con la actitud que la acompaña, metiendo la pata o pensando que estoy ayudando cuando en realidad, sólo he comprado más papeletas para padecer un ahogamiento violento si Dios no lo remedia. A veces mi opinión positiva es justo lo peor que puedo hacer, y entiendo que se pueda malinterpretar mi “ayuda” con la sensación de ser la “listita de turno” o lo que se ha venido en llamar “la repelenta niña Vicenta”….pero tengo la mejor intención…vaya eso por delante.

A ver es cierto que ese botón de “madrecita”, a veces produce frases tales como “ay abróchate bien ese botón”, “llámame cuando salgas”, “no comas eso que no te sienta bien”, “ten cuidado con el coche”, “ten cuidado con eso que te manchas”, “llevas las llaves?”,llevas pañuelo?”….y un largo etcétera que los hombres lo toman como recriminaciones o como “Diooooos estoy viviendo con mi madre” porque le recuerda a esos consejos tan llenos de amor maternal que acompañan a ese cachetito de “buen chico”. Cierto, tu pareja, tu novia, tu mujer, no es tu madre y no debería comportarse como tal …entiendo que todos los hombres adoran a sus madres (incluso los que dicen que no y que son muy pasotas), y me parece genial, a mi me encanta que un hombre quiera a la mujer que le ha dado la vida, soy madre y lo entiendo perfectamente, pero chicas…..vosotras creéis que eso le inspira una noche de pasión?.....salvo que tenga complejo de Edipo y ya se sabe según Freud…..

Tu pareja, tu novia o tu mujer, te debe inspirar pasión, amor, ternura a veces y otras atracción animal...y que una mujer con la que compartes tu vida o tu proyecto de vida te diga “te estás manchando ponte la servilleta” y encima se la coloques tu, pues la verdad no creo que produzca una reacción animal…más bien se sentirá castrado y frustrado como hombre. Nosotras pensamos que es cariñoso y significa que te preocupas por el y que te importa…..para el es, si está de buenas, motivo de desinfle inmediato porque te falta sonarle los mocos y darle un beso en la frente de buenas noches, y arroparle ( a las mujeres nos encantan esos gestos, lo tomamos como una demostración de afecto porque es lo que significa cuando nosotras lo hacemos, pero para un hombres es como si te hubieras puesto un quiqui en el pelo, dejado bigote como Freddy Mercury, zapatillas de toalla con cerditos y gafas de culo de vaso). Y si está de malas, le tocarás los cojones y te soltará un rabotazo de esos que no te ves venir y que te duelen como el látigo de Grey….lo que acaba con toda posibilidad de un resto de día o de fin de semana chulo y lleno de grandes momentos….nos sentimos heridas profundamente y nos aislamos. A ellos se les olvida en cero coma pero a nosotras nos puede durar el disgusto, mas que una digestión de lentejas a 40 grados centígrados.

Así que lo mejor es dejarles a su aire chicas….que si están en una bendita incomodidad elegida lo pasen bien ¡!!! Que si se manchan pues que se manchen, que si se olvidan las llaves vuelvan a por ellas, que si quieren repetir lo hagan y si no quieren comer pues tampoco pasa nada, y que si quieren taparse ya buscarán una manta no hay problema. 

Vamos a intentar apagar ese botón ¡!!!!! No siempre se podrá pero alguna vez si…ya sabéis …sarna con gusto………………

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