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martes, 3 de noviembre de 2015

MUDANZAS II


A ver, me había quedado en el “Viernes de Dolores” pero dolores de cabeza……Llegó el sábado, después de no hacer dormido, y estar bastante cansada….soy de esas sentimentales que se despiden de las casas y tienen algún que otro momento lagrimita….con lo cual el cansancio de coco venía ya cosido a mi como la sombra de Peter Pan entrando en la casa de Wendy, desde el jueves. Me levanté y claro, en la cocina no había ni un mendrugo de pan que llevarte a la boca….las horas de reposo de los líquidos de la nevera si la hubieran dejado por la mañana como estaba previsto, hubieran hecho posible que el ratón que habita en mi nevera hubiera saltado de alegría ante la llegada de la compra ¡!! Peeeeeero el pobre ratón estaba muy cabreado, agarrado con unas esposas a la bandeja esa blanca de los huevos con una pancarta que ponía “soy un indignado, rubiaaaaaaaa dame algo de comé” le dije que las reclamaciones al chulazo, y le prometí una compra en breve. Así que con la misma ropa a la calle a desayunar….toda una vida acumulando ropa y luego no me la pongo jajajjajajajja.
 
Empezó el momento “manos a la obra” con la mejor ayuda que se puede tener…gracias gracias y gracias ¡!!!!. Y me di cuenta de que me lo tengo que hacer mirar……la verdad es que han ido apareciendo incunables….cosas que ni siquiera recuerdo haber guardado o sabía que tenía. Aprendí de mi madre y de mi abuela el “por si acaso”, y es en realidad una grabación genética que forma parte de mi ADN, no lo puedo remediar. Lo cierto es que mi abuela vivió una guerra y mi madre una posguerra, con lo cual no son modelos a seguir en alguien de mi generación….peeeeeeeeeero ya se sabe que quien a los suyos se parece….así que condurar las cosas, guardarlas por si se vuelven a llevar o se necesitan alguna vez, sale a la luz en momentos como estos….y ahora se que tengo que repasar esos conceptos o al menos ponerles un límite, a menos que la cantidad de armarios que pueda contener una casa crezca de forma exponencial , y proporcional a las cosas que caen en mis manos, lo cual no lo veo muy factible siendo sincera….

Conseguí encontrar mi caja con bikinis, vamos lo más necesario en octubre como todos sabemos, con los cual me he pasado el finde con un bikini diferente cada día debajo de mis vaqueros llenos de manchas de polvo y de churretes, a juego con mi coleta que a lo largo del día cambió de ubicación varias veces, empezó en el centro de la cabeza, y acabó siendo una coleta lateral como si fuera Olivia Newton John en los ochenta, ya …dando vueltas y sin llegar a ningún lado. Era de película de John Carpenter serie B. Así que por mucho que el descansillo de la casa me dijera que llevaba ya 62 cajas fuera, dentro parecía que esa estructura modular como los Gordmogon de Ikea, seguía sin alteración y las filas apiladas tenían la misma cantidad de cajas que hacía una hora. Finalizamos la jornada a la una de la mañana porque yo soy de algún día de esta semana y a lo mejor termino con salud y algún día me miro en el espejo y tengo buena cara y todo….mejor pensar no en lo que me queda sino en lo que me he quitado ya de encima….y mi absoluta admiración para los que habéis pasado por esto mas de dos veces en vuestra vida….soy mis héroes y heroínas ¡!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.




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