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miércoles, 16 de septiembre de 2015

BILLETES DE AVIÓN


A lo mejor es por el día que hace….a todos nos afecta la bajada y subida de presión, estamos más contentos cuando sale el sol y la lluvia parece que nos pone más en formato “bicho bola” con una querencia inexplicable por casa sofá y mantita…y en el caso de las mujeres añadimos los calcetines “amorosos” y el jersey entrañable que usamos para esas ocasiones especiales como la bajada de regla entre dolores y lágrimas de Calimero (en el caso de los hombres lo entrañable, es ese polo asqueroso ya sin color, o esa camiseta transparente que no tiene ni tejido, que se ponen y que si encuentras igual jamás lo querrán, es su “rastro” y no quieren uno nuevo quieres ese).

El caso es que esta noche no he dormido mucho, y prueba de ello es que voy con sandalias y está diluviando fuera….  Monísima eso sí, pero operativa cero patatero, verás lo bien que lo voy a pasar metiendo mis sandalias en los charcos…. A ver me centro que se me va…. El caso es que cuando llegaba a la oficina, he visto a una chica aparcada dentro del recinto que estaba inclinada sobre el volante de su coche…de pronto ha cogido con ambas manos y se las ha pasado con fuerza por la cara limpiándose las lágrimas y luego ha sacado una bolsita de maquillaje, se ha sonado los mocos y ha empezado a hacer la reconstrucción de esa cara descompuesta por la pena, (las mujeres tenemos la suerte de poder ponernos el maquillaje kabuki para poder enfrentarnos al mundo, en eso tenemos esa ventaja sobre los hombres).

Me he puesto a pensar que todos en algún momento y todas hemos estado así y nos hemos tenido que calmar para entrar en nuestro lugar de trabajo, nuestra casa o en una fiesta o cena y aparentar lo bien que estás cuando por dentro estás destrozada o destrozado. Yo lo he hecho desde luego lo confieso, y luego por ejemplo en el trabajo o en donde sea, hacemos algo con desgana, o ponemos mala cara, o somos bordes, o nos despistamos, y en el fondo es que estamos tan metidos en nuestra tragedia o nuestras emociones que no nos damos cuenta del efecto o la imagen externa que damos.

Yo soy la primera que ante una persona así me he enfadado o indignado…… Sin embargo deberíamos pensar que cuando alguien contesta mal, se cabrea sin motivo, parece distraído y mete la pata, en el fondo es que lo está pasando mal. No te grita a ti, grita a su problema, no está despistada porque es gilipollas o rubia según el tópico… es porque su dolor la hace no estar centrada, y su mente o su corazón están a muchos kilómetros de distancia, donde necesita estar para tomar aire. No es que tenga cara de borde, es que intenta no llorar o aparentar una tranquilidad exterior que por dentro no tiene, no es que sea maleducada y no salude, es que a lo mejor le han dado una mala noticia y está digiriéndola y en ese momento puedes ser tu o un caballero Jedi, le da igual no ve a nadie, sólo intenta asumir lo que acaba de saber .

Qué injustos somos a veces, yo la primera y cómo juzgamos sin saber. Cada uno de nosotros libra a diario batallas contra sus propios demonios, unas veces son batallas pequeñas y otras enormes y que duran bastante. Creo que nadie podríamos solucionar los problemas de nadie salvo que nos metiéramos dentro de su piel, tuviéramos sus vivencias y sintiéramos como siente esa persona. Todos tenemos miedos, fobias, inseguridades y ganas de llorar alguna vez. Por eso creo que juzgar a los demás es una tarea bastante irreal, porque sólo lo hacemos en función de apariencias que no siempre son exactas, y que pueden dar lugar a grandes errores y confusiones…no olvidemos, que una cosa buena puede tener la apariencia de mala según la mente de quien lo interpreta.

Esa chica de hoy probablemente ha entrado en una reunión y se la han “comido con patatas”. Su jefe habrá pensado que no tiene iniciativa ninguna y que no debe proponerle el puesto que había pensado porque no parece que sea la adecuada. O por el contrario ha empezado a dar por todos sitios a todos los que estaban en la reunión hundiéndolos en la miseria porque ya se sabe que la desgracia ajena hace más llevadera a la nuestra. Al final su día no ha sido bueno porque ella no estaba bien. A veces las consecuencias de un día malo son la leche…deberíamos pensar en alguien, no por su comportamiento un día concreto sino por su trayectoria, si alguien siempre ha sido amable y de pronto un día te manda a Sebastopol, saber detectar que algo le está pasando, no quedarnos enrocados enseñando a la gente el billete de avión que te ha regalado para que llegues a Sebastopol en Concorde con sentimiento de ofendidos. Plantearnos que muchas veces lo que echas por la boca está en relación íntima con el dolor que sientes. Y que hay gritos silenciosos que meten mucho ruido.

Todos hemos sido o seremos alguna vez esa chica…yo desde luego, lo he sido y seguro que lo seré…..así que si os cruzáis conmigo y me veis con un billete para Sebastopol que os quiero regalar…en vez de pensar en que soy peor que una hidra de siete cabezas, vaya por delante mis disculpas y por favor……sonreír un poco y pensar …a ver si luego me lo cuenta….y en el peor de los casos…habrás visto una ciudad preciosa creo…..

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