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miércoles, 9 de septiembre de 2015

BORREGOS Y BORREGAS



Decía mi madre “que seas diferente o tengas algo especial, no te lo van a perdonar el resto en toda tu vida, tendrás que pagar por ello eternamente”. Yo en su momento no lo entendí, pensaba que mi madre estaba de un filosófico que tiraba para atrás, que empezaba a chochear, o que estaba en pleno éxtasis ascético como Santa Teresa, pero sin yemas.

Ahora desde mi perspectiva actual, me doy cuenta de la gran verdad de esas palabras y que trataba de trasmitirme un poco de la sabiduría aprendida en su vida, con la finalidad de que no lo pasara mal o no sufriera, sin duda, pero si hay algo que yo he aprendido en el trascurso de la mía, es que nadie aprendemos de los errores ajenos, así que ya te pueden contar asesorar y aconsejar, que como uno no quiera oírlo o no le apetezca simplemente ……pues es como el que tiene un tío en Alcalá.

Todos nos dicen cómo tenemos que comer, que vestirnos, que opinar…..hay ropa de triunfador, hábitos alimenticios que te identifican como un gourmet o un conocedor culinario que ni un Master Chef, dónde debes tomarte una cerveza porque en caso contrario no eres nadie….me explico. Cuando se llevaban los pantalones de campana por ejemplo, y a mi siempre me ha parecido que no favorece ni a una de esas Bielorusas que pululan por Marbella a ver si pillan a un” forrao” o “famosete”, pero que la verdad sea dicha tienen una pierna de metro ochenta y cinco centímetros de larga que ya quisiéramos las demás. Bueno pues ni a una de esas les favorece la llamada “pata de elefante” salvo que seas un cantante de “Los Manolos” o vayas disfrazado de Danny Succo para una fiesta retro, peeero la moda lo decía, y todas las tiendas los tenían en su haber, así como las revistas de moda, de manera que, a pesar de todo, pues ala para el armario aunque parecieras Falete en Carnavales. Porqué no simplemente decimos son horrorosos y paso de comprármelos aunque se lleven? A mi me sienta mejor otra cosa, y no voy a ir en contra de mis propios intereses poniéndome algo que no favorece. Decir NO y no seguir a la masa y lo que dicta quiensabequien desde su casa.

El tema de la comida es otro ejemplo…parece que si no te gusta el sushi es que no sabes comer. Hay que ir a restaurantes “Japos”. Tengo una amiga a la que el alga esa negra de los rulos (siento no llamarla por su nombre que se que lo tiene), le da arcadas, lo de coger los palillos y hacerte el cosmopolita está muy bien siempre y cuando también sepas comer la fruta, que los hay que manejan los palillos como si fueran de Okinawa pero luego hay que verlos con la pinza del marisco o de los espárragos, o comiendo un kiwi sólo con cuchillo mientras el líquido les cae por todo el cuerpo ….yo soy alérgica al pescado y al marisco…entonces que hacemos? Nos consideramos unas parias sociales por no comer sushi??? . Yo lo siento pero no soy "del club" en eso, me gustan las comidas de puchero y cuchara, y me da igual que comer lentejas no sea chic y me miren raro cuando hablan del último restaurante de moda japonés y yo les diga que no voy.

Hemos pasado del Filete Ruso de toda la vida a la Hamburguesa…y sobre esto también hay modas ¡!! Pasamos del Burger King al MC Donald´s y ahora al Hamburguesa Nostra…..si ahora comes del Burger eres un pringado. Lo “In” es el cebiche, o el maridaje de la hamburguesa con Tofu y sabeDiosquemascosasquenosabesnipronunciar.

Así que al final nos pasamos la vida diciendo sí cuando queremos decir no y seguimos las modas por no sentirnos diferentes, que no nos miren mal o como un bicho raro. Cuando tienes 16 años empiezas a fumar o a beber por pertenecer a ese grupito guay al que todos admiran y del que quieren formar parte el resto de mortales en fase de sobrehormonación. Cuando alguien te pasa el cigarro a ver quién es el que dice "no", que pasa, "no me gusta esto es mierda para mi cuerpo "….o dice que no le gusta el alcohol, porque pasará a convertirse en la comidilla de la clase los amigos o la ciudad entera…y sinceramente es mucho pedir con 16 años que tomes conciencia de que los demás son gilipollas, y que tu eres mas listo y diferente, te la pele la chufla y las críticas, y prefieras levantarte a hacer deporte temprano, o como yo te hayas tirado años bebiendo cuando no metabolizas bien el alcohol y una copa te hace lo que a los demás siete. Los hay que tienen la madurez o la personalidad suficiente para hacerlo, sin duda y alguno conozco, pero yo?. Pues no, fui de esas gilipollas a las que le importaba pertenecer a ese grupito, lo que me costó paquetes de tabaco para aburrir, aroma de cenicero en mi cuerpo serrano y delirium tremens cada vez que el paquete se acababa, así como neuronas muertas en cada copa que me tiraba por la espalda. Ahora por supuesto no, y dejé de fumar hace seis años, de beber hace 20, y si algo no me sienta bien, me la pela quien vaya quien opine o quien diga….mi No es un NO. Pero aún hay gente que lo hace y se autojustifica, cuando no es por “obligación laboral” (ya se sabe se cierran negocios y pareces un tio guay cuando te mamas desde las doce del mediodía, y hablas de lo machote que eres por cuántas te has beneficiado en un mes, siempre top models, of course), es por seguir perteneciendo al club de los “triunfadores”, que saben qué baya va con cada Gin tonic (que ahora hay cartas de ginebras como el Quijote de largas), y qué no eres nadie si no vas a sitios con Photocall o que tenga fotos en su Facebook donde salgas apretada como un chorizo y sonriendo como si fueras un anuncio de dentífrico.

Al final mi madre tenía razón, la diferencia se paga….. decir tu opinión aunque no sea la de los demás, decidir por ti misma sin importarte el qué dirán, buscar las riendas de tu vida, renunciar a las luces de neón tan traicioneras y que van y vienen… Tiene un precio. El precio muchas veces es alto, no digo que no, se queda mucha gente en el camino, muchas oportunidades consideradas por la manada como “de oro”, mucho tener pero estar vacío o solo….. sacrificado por ser un alpha que domina su propia manada, la que se rige por sus leyes sus normas y sus gustos independientemente de lo que se lleve o se espere de ti. Dejar de ser un borrego que sigue a los demás sin saber ni a dónde, sólo por el bulto la comodidad o incluso la costumbre, es caro…. pero yo me he sacado ya la VISA Oro (de débito claro). Los costes los pago en el acto y no me importa no pertenecer a un grupo….me daría terror no pertenecerme, eso sí que sería aterrador.

El águila vuela sola y los cuervos en manada….o mejor dicho los borregos en manada.

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