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jueves, 19 de marzo de 2015

LOS GUEPARDOS NO CAMBIAN DE MANCHAS



Últimamente le he dado muchas vueltas a porqué numerosas mujeres, se empeñan una y otra vez en convertir al  chico malo”, en un buen chico de misa semanal y donativos a “Cáritas” incluidos. A  veces su indumentaria y atrezzo lo identifican con facilidad, es más que evidente que tiene Harley si es pudiente o moto de gran cilindrada, o incluso Porsche o descapotable deportivo,  o cualquier otro aparato diabólico de gran cilindrada que le haga destacar entre el resto. El aparecer con un golpe de efecto ruidoso y que le de cierto aire despreocupado de “wild life”, es fundamental para la puesta en escena ( o a veces sólo le basta con tenerlo aparcado. A la vista, eso sí). Otras veces este espécimen se presenta  con el equipo Borjarmari al completo,  que despista a priori y te hace falta ponerte gafas de aumento. Este incluye flequillo quinceañero, cara de despistadillo y zapatillas de esas que cuestan un riñón de los de trasplantes, pero que lleva con desenfado pareciendo “juvenil a la par que elegante”. …..He de reconocer y lo hago público, que a mi me ocurrió también, siiii lo reconozco, y es que el malote tiene su tirón claro está. Me parece que es una experiencia que cualquier mujer ha vivido con una edad u otra, pero al menos una vez en su vida, y las hay que lo viven una y otra vez, como el “día de la marmota”.

Creo que una persona, hombre o mujer,  no cambia nunca por otra, sólo lo hace si ella quiere y porque tenga motivos suficientes. Esos motivos no son los mismos para todos, y los detonantes de esa transformación tampoco, (y no me refiero a la de tipo “Drag Queen”). Por lo tanto, pensar qué razones o comportamientos ajenos pueden hacer que alguien cambie, es una ilusión digna de los cinco años,  o de alguien que no es muy realista, además de una pérdida de tiempo y desgaste que te regalará unas ojeras como un oso panda, y un kilo de menos, (que además el puñetero no será de dónde quieres tu, sino de donde quiere el. En esto va por libre como la República Independiente del Bidasoa).

Las mujeres (porque esto es exclusivo de mi sexo), tenemos la inmensa mayoría, un defecto enoooorme que sirve de abono para los “chicos malos”. En primer lugar queremos ser la excepción, es decir conseguir lo que ninguna otra mujer ha conseguido antes, y es hacer que un guepardo cambie las manchas. El porqué de esta necesidad se basa según mi opinión en varios motivos, siendo el principal la autoestima. Si consigues algo que nadie ha conseguido estás por encima de las demás, vales más que ellas y consigues subir el “Himalaya” en cuanto a los hombres se refiere claro está, lo cual te refuerza en tu valía como mujer. Tu amor es mejor que el del resto, tu físico es más potente que el de las demás, tu capacidad de gestionar y de dar le convence de que no hay nadie como tu. Tu alma y tu comprensión hacen el milagro porque eres especial, porque vas a llegar a lo que nadie ha llegado, y vas a conseguir lo que nadie ha conseguido, lo cual produce una subida de tu ego, tu autoestima, tu alma de Florence Nightingale y cubres tu necesidad de reconocimiento¡!!!.” I´m de Queen of the world!!!!!!!!!!!”.

A ver, vamos a pensar en el coste emocional y en el resultado por favor : después de esa lucha sin cuartel …cuántos meses, semanas, y días de tu vida has malgastado en ese “chico malo  que no va a darte nunca lo que quieres?. Cuántas noches, conversaciones y vueltas y vueltas a la cabeza pensando en porqués, tácticas y fórmulas has pasado en vela?. Y cuántas personas interesantes  han pasado de largo porque estabas demasiado ocupada tramando, buscando explicaciones mil , dándole vueltas a un imposible y sin prestar atención a todo lo que te pasaba por delante?...y al final …ha cambiado de manchas?. Venga, vamos a ser sinceras…..o simplemente ha hecho el papelón para no oírte, o para poder ganar tiempo mientras busca otra liana ¿??

En segundo lugar creo que es por miedo a estar solas o por aburrimiento…más vale malo conocido. Todas queremos estar con un hombre maravilloso y tener una relación hasta el fin de nuestros días, la sola idea de quedarte sola hasta da dentera qué quieres que te diga no? Al menos mientras no te das cuenta de que no necesitas a nadie para ser feliz, es decir que  tienes que estar con alguien porque quieras, no porque lo necesites. Es mejor buscar trabajo si tienes ya un trabajo por muy malo que sea este, eso es lo que piensan los “chicos malos  ….y eso lo aplican a sus relaciones. Y nosotras mientras daaaaaale a pensar que no va a aparecer nadie más o que tampoco es tan malo, o que total para lo que hay ahí fuera…..o que los buenos chicos son más aburridos, son más predecibles y lógicamente no suponen ese reto diario y esa descarga de adrenalina que el chico “montaña rusa”, que te hace estar un día en el cielo y dos en el infierno (mientras como dice Rosetta Forner te pasa papel de lija por el corazón).

Y de pronto llega el día en que ese “chico malo” te muestra su mejor cara¡¡¡ Dios existeeeeeeeeeeeeee, la que lo sigue la consigueeeeee!!!!!!!!!!! …ese día te sonríe, te lleva flores o se acuerda de ese restaurante del cuál le hablaste un día… Te propone una escapada con la que siempre soñaste, un viaje que siempre has deseado hacer con el en tu fuero interno, y te hace pensar que lo has conseguido ya va en buen camino!!!  Sus humillaciones, sus plantones sus “ninguneos” y “mamoneos”,, todo ha llegado a su fin ¡!!!!!!!! Y luego volvemos otra vez a lo de siempre…pero aguantas, y sigues porque crees que a lo mejor mañana volverá a ser como ese día, es sólo cuestión de tiempo y de justificarlo, total un mes más un mes menos…..  Pues no. No va así el cuento, saca esa cara para enseñarte la zanahoria y conseguir que vuelvas al redil por si te estabas escapando …..  Te da lo que quieres para asegurarse otra vez las tres o cuatro en el banquillo esperando a ser titulares. Y volverá a haber conversaciones, cenas y debates con tus amigas sobre lo malo que es y qué cabrón …..y así hasta la siguiente.

No intentes cambiar al “chico malo” porque sólo cambiará si el quiere, y mientras tenga público entregado a su causa de “reinserción emocional”, no tendrá ningún motivo para hacerlo. Al menos sal corriendo y ocúpate de quererte y protegerte  tu, porque el no lo va a hacer, te lo puedo asegurar. No hay nada que infle más el ego de un hombre que una mujer perdidamente enamorada de el, o dispuesta a inmolarse en la plaza pública agarrada a su libro de princesas y príncipes azules. Pensemos que no pasa nada porque no lo consigamos, y hasta qué punto es por amor, por bondad o simplemente por necesidad nuestra, y nuestra dependencia emocional, o incluso la necesidad de adrenalina que también es otra opción?.

Te propongo algo…..¿¿¿Nos queremos un poquito????? Como dice el entrenador de Nadal ………… Vaaaaaaaamos Rafaaaaaaaaaaaaa!!!!!

 

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