Ir al supermercado una vez a la
semana supone una de mis obligaciones inexcusables, necesaria cuando hay eco en
la nevera, el ratón que vive dentro amenaza con empezar a cantar “del barco de chanquete no nos moverán” imitando a los indignados de la Puerta
del Sol, y tienes una maldición genética consistente en tener el hambre de un
velocirraptor escapado de “Jurasic Park”, como es mi caso… Me encanta
cocinar y me encanta comer, lo considero uno de los grandes placeres de la vida
qué le vamos a hacer ¡!!!!.. Pero ese es tema para otro día, que me distraigooooo......
La llegada al supermercado,
siempre es un poquito irritante…. empiezan esas colas interminables delante de
la barrera del parking, que si te descuidas te decapita, mientras pulsas el botón para que
te escupan un ticket. Consigues encontrar un sitio después de dar varias vueltas
y recibir insultos en arameo antiguo de los coches que no entienden que para
entrar en una plaza,………… “el coche que
está dentro tiene que salir coco, no
puedo ponerlo encima como un tetris
¡!!!!!”. No se a vosotros pero para mi el punto máximo de desesperación puede
ser el de coger el carrito. Llevas tu moneda de euro preparada en la mano y
zas ¡!!! No falla, el carrito es de 50 céntimos¡!!!! Lamadrequeloparióyahoraquéhagoconlaprisaqueyollevabaporlavirgenylossantos???.
Tras varios intentos de dirigirte amablemente para ver si tienen cambio a
entes que pululan por el parking, que tienen la
apariencia de señoras y señores pero que en realidad están puestos ahí
por el Ayuntamiento, y que en el mejor de los casos te devuelven el “buenos días “ farfullando, decides subir
a la señorita de la caja a que te cambie el puñetero euro.
La cajera por supuesto es sorda,
(no me extraña con tanto soniquete de “les recordamos que hay oferta de guisantes en la sección de enlatados” o “señorita Mamen acuda a caja central por favor”), y siempre te toca la
becaria, la que ese día ha empezado a trabajar y se ha atascado con un código
de barras. Entonces empieza “Maryyyyy los
berberechos era el 41236987 o el
3258712???” Y viene la tal Mary que debe ser la decanana de las cajeras y
se pone con su sabiduría infinita a teclear como si no hubiera un mañana y le
dice “ Ves? te faltaba poner el código
base 23336, ya lo tienes la próxima
vez lo haces tu sola”.
Con las dos monedas de 50 te vas
a por el carrito ¡!!!! Y no os habéis fijado que toooooodos los carritos de los
supermercados tienen dentro o una hoja de lechuga, o el folleto de promociones
arrugado del mes pasado o un guante de los de coger la fruta ???? Es
fascinante, se carga la ley de probabilidades ¡!!!. Si juntáramos toooodas las
hojas de lechuga podríamos alimentar a medio Zimbawe por lo menos…….Y empieza
la gymcana por los pasillos….por favor que alguien me explique la lógica con la
que se ha decidido que las toallitas desmaquillantes estén al lado de los las
camisas de oferta o las mermeladas,… a lo mejor es que mientras llevas una de
esas camisas puestas te puedes manchar comiendo mermelada y con la toallita
intentar quitarte la mancha,….no se supongo que esos gurús del marketing
tendrán sus teorías y resultados, pero a mi encontrar el aceite de oliva al
lado de los sobaos pasiegos y los desodorantes, como que no lo acabo de
ver…….Seré corta.
Los especímenes que te encuentras
por los pasillos son dignos de estudio microscópico. Puedes identificar las
personalidades o situaciones personales viendo cuántos son y lo que meten en el
carro. El típico hombre de chaqueta y corbata con dos monstruos cuellicortos
vestidos de uniforme de cole, metiendo en el carro Phoskitos, chocolatinas,
pizza, helado sin parar… Fijo está recién divorciado, y ahora tiene que cocinar
cosa que no hacía antes. Necesita que sus hijos le sigan queriendo después de
haberla liado parda con su mujer, y les permite hacer lo que les da la gana
llenando el carro de comida que no alimenta pero así le dejan tranquilo y están
contentos. Luego está el carrito de la loca o loco del deporte, vestido/a con
deportivas, pantalón “apretao” que no cabe un tranchete,
y cara de haber venido corriendo hasta el super para bajar el yogur de la
comida, y que lleva un carrito lleno de
comida sana ….incluye tofu, galletas de salvado, yogures light, cacahuetes
deshidratados que cuestan 5 euros los cinco gramos, bote de claras de huevo y
proteínas en bote para muscular, ahhh y una piña por eso de tomar fruta que es
diurética, no vaya a ser que engorde cinco nanogramos por no sacar todo el
pis!!!!!. Luego está la señora mayor con sus dos nietos, que en el carrito
lleva lentejas, pollo, verduras, frutas, leche, aceite….vamos lo normal para una
alimentación sana equilibrada y de cuchara de toda la vida. Los niños (cuando
están educados pasan a la categoría de niños y no de monstruos cuellicortos),
van como en la mili ….tranquilitos sin correr con los pasillos, y la ayudan a
coger las cosas y colocarlas en el carrito. Cuando llegan a la caja sólo le
preguntan “abuela puedo coger una chocolatina?”, con la mejor entonación y educación ,y la
abuela dice “sí, venga pero una sola y no la abrís hasta después de
las lentejas” a lo que ellos contestan con un maravilloso “sí abuela gracias “ (igualito que los
del divorciado vamos).
Cuando conseguimos llegar a la
caja registradora, ay mi madreeeeeeeee!!!! Hay un matrimonio de viejecitos con
unos cupones que están montando un pollo de narices porque al pack de yogures
no le han aplicado el descuento de tres céntimos del cupón… Para eso hay que
volver a abrir la caja, llamar otra vez a nuestra Maryyyyyyy (hay que subirla
el sueldo porque la pobre hace horas extras para aburrir), y esperar a que la
cola llegue ya a Sebastopol con parada en Tarancón, para que se vea que los
tres céntimos se los está quedando el supermercado ¡!!!!. Entonces inocente de
mi …me acerco con mis 107 bolsas de supermercado metidas una dentro de
otra y les digo ,”mire les doy yo los tres céntimos …,” a lo que el marido me mira con
ira y odio …”señora o señorita (según el cabreo que tenga), no se trata de
los tres céntimos, es que es mi
derecho y es lo que pone aquí y me están engañando …”. Así que nos queda claro a mi y a las 250 personas
que van detrás de mi, que es una cuestión de principios, como la reforma del
código penal ….Este hombre gracias a su reivindicación esta noche dormirá
mejor, tendrá conversación de vuelta a casa sin parar de hablar de ello en el
coche, y luego será la anécdota de la
semana entre amigos y parientes, que además dejará ver que es un tío con un
par, que no se deja avasallar por el sistema y por el abuso de las grandes
superficies. Es un Cid Campeador de la cadena alimentaria, un Espartaco de las
ofertas y cupones ¡!!!!!!.
Y luego viene la salida, con el
de delante que mete mal el ticket y hace que nos caduquen los 15 minutos a los
demás….Entonces la cola, tanto de coches parados sin conductor, como la de
validación de tickets, es como una procesión de Semana Santa pero sin
capirotes, con las mismas quejas y sin
cilicio.
Y por fin …llegas a casa….pones
la comida en tu nevera, el ratón sonríe y te da las gracias y decides tomarte
un té para relajar después de haber estado en “Las Cruzadas”….Y piensas que hay
que andar y vivir mas despacio….,y que ahora la gente hace las compras por
internet….y se pierde todo esto….Sí de
acuerdo llegas mas tarde, optimizas menos el tiempo …pero donde esté sentir un
tomate en las manos, poder elegir el pack de plátanos mirando la puntita si es
verde o no y comprobar que mi teoría sobre las hojas de lechuga, catálogos
atrasados y guantes de plástico es verdad……no se no se….ahí os lo dejo.
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