El ego es un mal consejero, un pésimo compañero de viaje, y más cuando por ganar, nos convierte en seres egoístas manipuladores y causantes de dolor o malestar en el de enfrente. En el fondo no es más que nuestras inseguridades o debilidades elevadas a la enésima potencia, y que nos transforman en un abrir y cerrar de ojos de Doctor Jeckyl en Mr. o Ms. Hyde.
El ego es esa parte de nosotros que yo me imagino como el diablillo que te está hablando sin parar en una de las orejas, y que te induce a cegarte y a ver las cosas desde el punto de vista erróneo. Lleva fatal perder, así que se empeña y utiliza todas las tretas posibles para convertirse en “caballo ganador”, cueste lo que cueste. Necesita alimentarse con victorias, aunque éstas se basen en comportamientos no tan recomendables, o en consecuencias nada deseables, pero el no entiende de ética ni de daños colaterales…sólo quiere ganar al precio que sea y como sea, y te necesita a ti para hacerlo, aunque también te engañe a ti y te facilite disculpas fáciles y socorridas.
El puñetero está presente en cada momento de nuestra vida y condiciona nuestras decisiones elecciones y comportamientos. Es como llevar un hermano siamés colgado de la chepa sólo que no te molesta al ponerte la chaqueta ni te lleva el agua y el bocata como las mochilas. Está siempre vigilante para ver cuándo puede contigo y te puede hacer tambalearte y conseguir ganar haciendo que tu hagas o digas algo injusto, doloroso, y que al final sólo te perjudica a ti aunque muchas veces como todos vivimos en el corto plazo, no podemos ver el alcance ni la relación salvo que nos de por pensar y mirar hacia atrás.
Es el ego el que hace que muchas personas mamoneen sin descanso. Qué es el mamoneo? Pues algo muy sencillo y desgraciadamente habitual, y es coquetear descaradamente con alguien con quien sabes que no quieres nada. Eso está bien si los dos son claros y saben que no hay “nada que rascar”, que la otra persona no les interesa para nada, sólo necesitan un subidón de ego y de autoestima o sentirse el centro, o que pueden ligar si quieren, o sólo llenar un vacío aunque sólo sea el tiempo que dura una cita, un rato de cama o una conversación de wasup.
Lo malo de esto es que normalmente no es bilateral, y la persona cree que estás interesada en ella, se crean falsas expectativas, y a la larga va a sufrir y lo sabes. A veces el mamoneo no es muy explícito, se trata sólo de un pequeño coqueteo cuando coinciden, alguna frase con doble sentido, un te cojo en un momento dado y te pongo carita o simplemente te paso la mano sin querer queriendo…. Y al final la otra persona ve señales que luego no son reales. Las tentaciones están ahí para todos y todas, eso es así desde que el mundo es mundo. Es normal muchas veces querer estar acompañado, o no tener como dice una amiga mía “el síndrome del móvil muerto”, esto es ser soltero o soltera de buen ver, que todos tus amigos o amigas están emparejados o con niños y que tu sólo recibas wasups de tu madre para saber a qué hora vas a comer el sábado que van toooodos tus hermanos y hermanas con sus parejas ….menos tu.
Siempre he creído que las “pseudorelaciones” o lo de los “follamigos” no funciona, porque hay uno que quiere más o que siente más o que incluso se enamora del otro, y aunque al principio juegan con las mismas cartas ambos, luego el que se enamora la “caga” porque acepta algo que no le llena y quiere más, y ahí empiezan las conversaciones intermitentes e interminables. Pero el mamoneo va más allá…incluso puede que no llegue ni a la categoría de “follamigos”, de hecho creo que la diferencia entre uno y otro radica en que el mamoneo hace la situación un poco platónica, no hay base real en que apoyarse, sólo indicios, señales y promesas implícitas, pero no hay nada real, es decir que no incluye cama y conocimiento bíblico, pero sí que la persona que cree que hay algo por las señales enviadas, piensa que en algún momento lo tendrá, lo que le hace seguir en el juego enganchado como un percebe a la roca. Y da pie a que sigas mamoneando un día tras otro. Te justificas diciendo “no, yo le he dejado claro que no “, o “nunca hemos hablado del tema yo no le he prometido nada”, pero cada wasup contestado, cada brazo que acaricias, cada acercamiento al oído para decir algo, cada sitio que ocupas al lado sentada o sentado, cada golpe de melena o “sonrisa profident” con movimiento de flequillo en el caso de ellos, dice lo contrario y lo sabes.
El ego es un mal consejero…..es como un regalo envenado, produce efectos inmediatos de satisfacción pero que duran cuánto? minutos? como mucho un día??..no me creo que luego no te haga sentirte vacío cuando ves que la otra persona quiere algo que tu no le vas a dar, se ponga como se ponga. Que ocurrirá el día que tome valor y se lance a hacer algo para romper el hielo y avanzar un poco más hacia la “tierra prometida”?. Que le tendrás que ser claro o clara y decirle que no hay agua en la piscina, y eso probablemente traerá consigo el distanciamiento y la ruptura por un tiempo al menos…es lógico…se siente engañado o engañada….le habías hecho creer que tenía una piscina olímpica y no hay ni un charquito de avería del Canal de Isabel II….ponte en su lugar…te sentirías estafado, manipulado y pitorreado. A la sensación de sueño explotado en la cara se uniría los múltiples análisis a esos gestos o señales que le has prodigado y que le han hecho creer que había algo, pensando si está loco o loca y no ha visto y presenciado lo que en realidad sí ha sucedido….., y no hay nada peor que añadirle la sensación de gilipollas y de que te han tomado el pelo.
De verdad compensa ese minuto de gloria? Esa sensación de poder como si fueras un super héroe de cómic que te produce seguir a tu ego a cambio de hacer daño a esa persona?. No es que seas mala persona, es que sigues al “gurú” equivocado. Y cuando eres joven la inexperiencia y la necesidad de reconocimiento, incluso dentro de la manada a la que perteneces, hace que muchas veces hagas tonterías de ese tipo. Pero cuando vas cumpliendo años y acarreas en tus espaldas varias mochilas, experiencias positivas y negativas, y aprendes a tener empatía y pensar las cosas antes de hacerlas….no sigas nunca a este bastardo mentiroso que es el ego, no sigas a ese diablillo porque la realidad? Es que le das igual tu, sólo te utiliza para conseguir alimentarse y crecer, es como un parásito que se fagocita así mismo ….sólo quiere ganar El.
Tu invitarías a casa a alguien como el?. Entonces porqué le dejas instalarse en tu cabeza y tu corazón sin pagar alquiler?. A la mierda.
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