imagen cabecera

imagen cabecera

martes, 5 de mayo de 2015

JAULAS DE ORO


No os ha pasado que constantemente oís a gente que dice “es lo que hay”, “es lo que toca” “bueno así es la vida” , “no se puede hacer nada”, “para qué”???. Muchas veces pensamos que esas personas son pesimistas o que ven el vaso medio lleno, o que son conformistas, y muchas veces es cierto, algo de esas afirmaciones hay, pero otras se trata simplemente de ver sin perspectiva, de ver sólo lo que tienes delante y no los laterales, de estar solo o sola y no tener quien te guíe y te acompañe, de miedo o simplemente de cambiar la graduación de las gafas con las que miras tu vida y a ti mismo.

 Siempre hay una solución, siempre hay algo que se puede hacer por muy pequeña aportación que te parezca. A veces no es más que un gesto, diminuto diminuto y otras es una gran heroicidad, pero he de reconocer que son las menos (ya sabéis mi teoría de las excepciones). Lo que si es cierto es que estamos metidos en jaulas de oro, y no me refiero a una casa maravillosa con jardín valla blanca y porche, sino a nosotros mismos, nuestra propia mente.

La mente es la que nos dice “no puedes hacer esto” “no hay nada que puedas hacer”, “déjalo para qué", ”cuando hay tantos impedimentos es por algo”. Todas esas frases que nos taladran sin cesar son autoboicots que nos hacemos constantemente y que la mayor parte de las veces son cómodas, es decir, salir de la zona de confort, arriesgar y cambiar es algo que nos da más miedo que el miedo mismo. Echamos balones fuera con una gran facilidad, y cómo hacemos eso? Pues en vez de reconocer que nos da miedo hacer algún cambio y arriesgar para conseguir un resultado diferente, nos amparamos en lo que los demás nos dicen (siempre que sea lo que queremos oír claro).  Si no nos dicen lo que nos apetece, es que son malos amigos o decimos eso tan socorrido de “bueno esa es tu opinión yo tengo la mía y la decisión es mía” ,que no deja de ser una verdad a medias, y todo porque nos ponen delante de la cara como un espejo lo que no queremos reconocer o ver en nosotros mismos, porque es más fácil no evolucionar y pensar que la culpa la tiene el de enfrente que te hace o te deja de hacer, o las circunstancias, o la mala suerte que también recurrimos a ella con frecuencia para autojustificar nuestra falta de valor o nuestro propio fracaso.

Al final la visión que tenemos es de imposibilidad por todos los flancos para hacer cambios. A ver, si actuando de una manera consigues siempre el mismo resultado….no será ya hora de que pienses en hacerlo de otra manera para obtener un resultado diferente?. Muchas veces estamos anclados por la costumbre. Siempre has hecho las cosas así y aunque el resultado no sea el que tu quieres, pero es un viejo conocido, y ya se sabe que más vale malo conocido….Y somos animales de costumbre nunca nos olvidemos de eso, y claro cambiar algo nos cuesta un mundo, deshacer hábitos es como encontrarte en pelotas en la Cibeles!!!.  Si hasta nos cuesta hacer la limpia de ropa de temporada año tras año y trasportamos camisetas y vestidos que nunca nos vamos a poner sólo “por si” que en realidad no es más que una excusa que justifica el apego y no querer tirarlos o regalarlos?. Pero parece que nos da seguridad saber que si en algún momento lo queremos ver probar, o decidir guardarlo otra vez, podemos hacerlo, y seguimos año tras año sin querer deshacernos de algo que no nos sirve ni usamos, sólo por el hecho de no desapegarnos. Pues imagínate un cambio de actitud, de opinión o de vida…eso ya ni te cuento.

 Muchas veces (aunque no siempre) creemos que no hay salida ni solución posible. Son tantos los obstáculos a saltar, tan complicadas las situaciones que nos quedamos enjaulados en nuestra comodidad, pensando que estamos en esa jaula por las circunstancias u obligados porque no podemos hacer nada …y en realidad no es cierto….porque no nos damos cuenta de que la jaula está abierta de par en par o de que tenemos las llaves en la mano. Estamos tan absortos en el tema, en el problema o no vemos más allá de lo que tenemos delante que ni siquiera sentimos las llaves en la palma de nuestra mano….miramos la jaula hacia fuera sin darnos cuenta que delante no hay barrotes porque la puerta está abierta.

 Es como si fuéramos animales en cautividad, pero en cautividad de nosotros mismos, de nuestras propias mentes que nos aprisionan, de nuestras propias limitaciones, de nuestros propios miedos…..y por eso preferimos invertir en seguir haciendo apetecible nuestra jaula, poniéndole aire acondicionado, Dolby Surround, colchón de descanso y Canal Digital, para de esa manera convencernos de que es el mejor sitio donde puedes estar, y que no tienes opción, mientras en realidad sólo le estás dando una capa de pintura a una celda, que como la mona, celda se queda.

 Recordemos siempre que el águila vuela sola y los cuervos en manada…..mira a ver si tienes unas llaves en la mano, o fíjate si de verdad la puerta está cerrada….si aún así prefieres la jaula, genial es tu opción, pero no digas nunca que es que no tenías otra salida….asume que querías quedarte dentro y que eso te hace feliz, mantenlo y no te avergüences de ello, y si tienes las llaves,……prueba a ver si son de esa cerradura……..eso ya es una opción….  y decías que no había…………………
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario